Se conmueven mis sentidos,
se avivan mis sentimientos, y ella duerme.
Mi silencio se entorpece por sollozos y lágrimas importunas, pero ella duerme.
Me persuade el amor
y musitando le digo versos, cual si fuese al oído,
aunque ella duerme.
A veces creo que me escucha o siente mi aliento,
o el escozor en mi corazón,
pero ella duerme.
Luego recobro mi sensatez,
y me digo: descansa y sueña, que en tus sueños también te cuidaré. Por ahora, ella duerme.
(Dibujos de Carolina Calvache)